La resiliencia del agua no solo es la capacidad de recuperarse de los factores de estrés, sino también la capacidad de adaptar los sistemas para enfrentar el estrés futuro
¿Qué significa exactamente la resiliencia? El primer uso de la palabra se atribuye a Francis Bacon, un estadista y filósofo del siglo XVII que la usó para describir ecos. Entonces, en sus orígenes, la palabra significaba resurgir.
Pero en el contexto de la sostenibilidad, definir la resiliencia no es tan fácil. En las décadas de 1960 y 1970, la resiliencia se introdujo como un término dentro de ciencia ecológica, pero en la década del 2000, el término se amplió para incluir sistemas socioecológicos en la medida en que el enfoque de la conexión de seguridad de agua, energía y alimentos (WEF, por sus siglas en inglés) comenzó a echar raíces.
Si bien las definiciones estrechas eran más precisas, eran menos útiles en discusiones interdisciplinarias de temas globales, y las definiciones más inclusivas ampliaron la conversación y se volvieron más imprecisas.
Sin embargo, en general, la resiliencia es la capacidad de los sistemas socioecológicos para resistir y recuperarse de los impactos mientras permanecen adaptables a un futuro incierto, y la “resiliencia del agua” se refiere a esas características en un sistema hídrico.
Estrategias Actuales para la Resiliencia al Agua
Para volverse resilientes al agua, las comunidades, las industrias y sus sistemas de agua deberán actualizarse en previsión de huracanes cada vez más frecuentes y significativos, inundaciones, redes de tuberías envejecidas, sequías, escasez de agua, e incertidumbre climática general.
Muchos proyectos que ralentizan el avance del agua hacia el océano son efectivos, incluida la mejora y restauración de cuencas hidrográficas, proyectos de almacenamiento como embalses y presas, recarga de acuíferos gestionada, y bancos de agua subterránea.
El reúso del agua puede transformar los efluentes domésticos en agua de riego agrícola para promover la seguridad alimentaria. En la industria, se pueden tratar y reutilizar muchos tipos de efluentes de proceso.
La desalinización también se ha vuelto ampliamente viable ya que los gastos operativos han disminuido y la demanda ha aumentado, especialmente en áreas costeras, en islas o por encima de acuíferos salobres.
La Función de la Descentralización en la Resiliencia del Agua
Johan Rockström del Stockholm Resilience Center advierte que, si bien es popular centralizar los sistemas de agua, los sistemas de agua descentralizados suelen ser más resistentes que una sola planta central. Si una parte de un sistema de agua descentralizado falla, otras partes continúan funcionando. Pero cuando las jerarquías verticales colapsan, el fracaso suele ser catastrófico.
El costo de las redes de tuberías largas solo para la infraestructura centralizada puede ser abrumador. Otros inconvenientes incluyen:
- Alto CAPEX para planificación, negociación y construcción
- Elevados requisitos energéticos para bombear agua a largas distancias
- Costos de mantenimiento de la estación de bombeo
- Problemas de fugas
- Costos eventuales de reemplazo
Los sistemas de agua descentralizados utilizan plantas más pequeñas adyacentes a las necesidades, reduciendo drásticamente las necesidades de tuberías. El tratamiento local de alta calidad brinda la oportunidad de reutilizar los efluentes para aplicaciones no potables como la reducción de polvo, el lavado o el riego de árboles, plantas y la agricultura circundante.
Las grandes plantas de tratamiento pueden tardar meses en reiniciarse en caso de apagarlas. Por otro lado, una pequeña planta de tratamiento de efluentes realizada en base a MABR en la isla de St. Thomas en las Islas Vírgenes, ilustra la resiliencia construida en la descentralización. Después de un huracán de categoría 5, el resto de la isla esperó meses para reanudar el servicio, mientras que la planta de eficiencia energética MABR de Fluence se puso en marcha a las pocas horas de estar conectada a un generador.
Tratamiento Modular
Si bien el tratamiento descentralizado ha sido durante mucho tiempo ideal para la resiliencia del agua, las unidades modulares de desalinización y tratamiento de efluentes ahora lo han llevado a la práctica. Un sistema descentralizado en China Central ofrece un buen ejemplo. Decenas de áreas de servicio a lo largo de una carretera importante cuentan con las plantas de tratamiento de efluentes Aspiral™ de Fluence. Las plantas, espaciadas a intervalos de 50 km, funcionan de forma independiente, pero gracias a su funcionamiento inteligente, están bajo un control centralizado.
Las unidades modulares se fabricaron de forma remota dentro de contenedores de envío estándar, y se transportaron e instalaron sin necesidad de conectar la planta a una red de tuberías. Las plantas ahora producen agua potable para su reúso local, aumentando la resiliencia en el entorno con estrés hídrico.
Otro ejemplo para citar es un centro turístico en la costa de Costa Rica ya no está a la merced de una sequía prolongada. Una pequeña planta compuesta por tres módulos de desalinización de agua de mar Fluence NIROBOX™ proporciona suficiente agua dulce para todas las operaciones sin importar las condiciones climáticas.
Estas unidades modulares en contenedores son resistentes a vientos huracanados de hasta 240km/h (150 mph) y están pintadas con revestimientos que resisten el calor, el aire salado y la corrosión en entornos desérticos, tropicales e insulares. Las unidades se pueden desinstalar y mover si cambia la demanda, y la capacidad se puede ampliar de manera eficiente agregando más unidades.
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