A menos que el agua pueda reponer los acuíferos subterráneos, el peligro permanece

Puede parecer contradictorio, pero las fuertes lluvias, incluso las inundaciones extremas, pueden no poner fin a una sequía o escasez de agua. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, las inundaciones y la sequía están relacionadas tanto como la medicina y la enfermedad. Una sola dosis de medicamento puede aliviar temporalmente los síntomas, pero una cura a menudo requiere un largo curso de tratamiento. Del mismo modo, un solo evento de lluvia, sin importar cuán extremo sea, probablemente no terminará con una sequía a pesar de que podría proporcionar algún alivio temporal.

Las condiciones de sequía están determinadas no solo por los volúmenes de precipitación sino por la cantidad de agua disponible para apoyar a las comunidades y el medio ambiente. A finales de 2021, por ejemplo, el derretimiento de la nieve en California, plagada de sequía, se había acumulado al 150% de su nivel normal. Donner Pass experimentó el diciembre más nevado jamás registrado con 210 pulgadas de nieve, superando el récord de 1970 por dos pies.

Con el 90% de California permaneciendo en sequía extrema, la tierra todavía estaba reseca y el agua subterránea se estaba agotando. Se advirtió a los residentes que los altos niveles de capa de nieve no serían suficientes. Generalmente se necesita una temporada entera de los llamados ríos atmosféricos, o largos tramos de nubes de lluvia que liberan precipitaciones a medida que se mueven sobre la tierra, para romper una sequía.

Debido a que la nieve se derrite antes y más rápidamente en un clima más cálido, los altos niveles de nieve pueden provocar inundaciones. El riesgo de inundación de California también proviene de decisiones de desarrollo que dañan la capacidad de las llanuras de inundación del estado para absorber las aguas pluviales en los acuíferos.

Laura Condon, hidróloga de la Universidad de Arizona, explicó lo siguiente:

La lluvia es genial, pero se necesita mucho para salir de una sequía. El desafío es que cuando tenemos grandes eventos de lluvia intensa, generalmente llueve más rápido de lo que puede infiltrarse en el subsuelo, por lo que la mayor parte se escapa. Las mejores condiciones para la recarga de aguas subterráneas son las precipitaciones de menor intensidad que ocurren durante períodos de tiempo más largos.

Como se explica en el Los Angeles Times: “Incluso si actualmente es un estado muy húmedo, también es, simultáneamente, un estado muy seco. La sequía y las inundaciones van de la mano”.

California ha iniciado una serie de medidas para utilizar las aguas pluviales para recargar acuíferos, tales como bancos de aguas subterráneas y grandes proyectos de almacenamiento subterráneo. En un ejemplo, algunos distritos de riego están intensificando una práctica de larga data de usar estructuras de desviación para dirigir las aguas pluviales a campos especiales que permiten que el agua se filtre rápidamente hacia los acuíferos.

Aaron Fukuda, gerente general del Distrito de Riego de Tulare, dijo:

[E]n lugar de seguir con los planes de recarga originales, estamos recargando de manera agresiva. Si alguien puede señalar un agujero de un pie por un pie por un pie (30cmx30cmx30cm), iré y pondré agua en él.

Escasez de Agua Subterránea en la Pantanosa Luisiana

A más de 1.500 millas de distancia, en Louisiana, los bayous (brazos pantanosos) y pantanos extensos enmascaran una escasez crítica de agua subterránea. En el estado, que con frecuencia experimenta inundaciones por diques en cresta, huracanes y lluvias extremas, los niveles de agua subterránea están cayendo más rápido que casi en cualquier otro lugar de los EE. UU. Las décadas de bombeo excesivo no regulado por la industria y la agricultura han llevado al estado aparentemente húmedo al borde de una crisis de aguas subterráneas.

En la medida en que el estado realiza el bombeo excesivo, el nivel freático cae y el agua salada cercana del Golfo de México se filtra para llenar el vacío, haciendo que los acuíferos sean rápidamente inutilizables sin la desalinización. La investigadora Christine Kirchhoff de la Universidad de Connecticut advirtió:

Es posible que tenga un pozo que esté funcionando bien ahora, pero una vez que la sal contamina el agua dulce, se termina. Eso es todo. Ya no tienes ese pozo.

La filtración de agua por ósmosis inversa, sin embargo, puede hacer que los acuíferos salobres o salinos sean una fuente de agua dulce. En los últimos años, la tecnología de desalinización por ósmosis inversa se ha vuelto más eficiente y viable, especialmente para el agua salobre, que es más fácil y menos costosa de desalinizar que el agua de mar.

Las plantas de desalinización modulares NIROBOX™ de Fluence están en contenedores y son resistentes a los vientos huracanados de hasta 150 mph (240kmh) para regiones propensas a huracanes como el sur de Luisiana. Las unidades compactas admiten un enfoque descentralizado, lo que significa que las plantas pueden estar en lugares donde se necesitan, con una tubería mínima.

Al igual que un ciclo monetario de auge y caída, un ciclo de inundación-sequía puede ser perjudicial para las comunidades humanas. Para una mayor resiliencia climática, Fluence tiene un catálogo de soluciones para suministrar efluentes para la recarga de acuíferos y agua desalinizada en cualquier parte del mundo, y nuestro Servicios de Gestión del Agua puede entregarlo sin inversión inicial. Contacte a Fluence. Nuestros expertos están esperando para ayudarle a alcanzar sus objetivos relacionados con el agua.