Fluence implementó una planta de desalinización de agua de mar para abastecer una red municipal, asegurando suministro continuo de agua potable de alta calidad.

Desafío

La ciudad de Puerto Deseado se encuentra ubicada en una de las zonas más áridas de la Patagonia Argentina, y su industria principal radica en la pesca y en la explotación de ganado ovino.

Sus habitantes recibían agua potable a través de la red solamente 2 horas cada dos días, debido a la orografía de la ciudad y a la poca cantidad de agua potable disponible, la cual provenía de perforaciones cercanas, las cuales tienden a salinizarse y producir muy poca agua. Así mismo, la necesidad de poder crear un parque industrial con empresas dedicadas a la pesca para desarrollar la región se veía fuertemente comprometida por no poder abastecer a las empresas interesadas con la cantidad necesaria de agua potable.

La planta se construyó a casi 1.900 km del lugar donde iba a ser instalada, lo que demandó un esfuerzo logístico muy grande, así como también el desplazamiento de técnicos y personal para poder efectuar el montaje y la puesta en marcha de todos los equipos.

Debido al estado de las cañerías de la ciudad, las cuales eran de hierro fundido y al hecho de que el proceso de ósmosis genera una disminución en el valor del pH se instaló un sistema de remineralización para evitar que la corrosión producida por el agua pueda generar inconvenientes a futuro en la red de distribución de la ciudad.

Descripción del Proceso

La planta fue construida con un diseño convencional desde la infraestructura, dentro de un galpón donde se incluían todos los elementos necesarios para su funcionamiento. Con el objetivo de producir agua potable según los requerimientos del Código Alimentario Argentino.

El proceso comienza en la toma de agua cruda de mar, la cual tiene una salinidad del orden de los 36.000 ppm, donde mediante bombas de tipo sumergible es enviada a un tanque de almacenamiento de agua cruda de 5.000 m3 de capacidad, luego se envía a un sistema de pretratamiento por membranas de ultrafiltración y a continuación a un tanque de almacenamiento de agua ultrafiltrada. De ese tanque se bombea, previo paso por un sistema de desinfección por UV al sistema de desalinización por ósmosis inversa, desde donde es bombeado al sistema de remineralización lo cual corrige el pH del agua producida a niveles que no puedan atacar las cañerías del sistema de distribución de la ciudad.

Posteriormente, y mediante bombas centrifugas, el agua producida es bombeada, previa dosificación de cloro, a un tanque de almacenaje de agua potable desde donde es bombeada hacia la red de consumo de la ciudad.

Fluence implementó una planta de desalinización de agua de mar para abastecer una red municipal, asegurando suministro continuo de agua potable de alta calidad.

Conclusiones

La combinación de diferentes tecnologías de pre y postratamiento del agua producida por la planta permitió ofrecer y garantizar un funcionamiento seguro y libre de fallas. Esta planta fue la primera de desalinización de agua de mar en Argentina y la primera en Sudamérica que poseía tecnologías no tradicionales de avanzada, tales como la ultrafiltración por membranas, y la utilización de sistemas de radiación UV como protección bacteriológica. Esta planta comenzó a operar a principios del año 2016 y existen planes para duplicar su capacidad de producción.

La planta completa puede producir un caudal diario de hasta 3.000.000 de litros de agua potable.

Fue la primera planta de desalinización instalada en Argentina, por lo que la expectativa acerca de su funcionamiento y beneficios era muy grande. Gracias al resultado obtenido, se pudo concretar la instalación de otra planta gemela, pero de 4 veces su capacidad de producción, en la ciudad de Caleta Olivia, Santa Cruz.

Este proyecto cambió la vida de los habitantes de la región.

Fluence implementó una planta de desalinización de agua de mar para abastecer una red municipal, asegurando suministro continuo de agua potable de alta calidad.

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