En 2017, el Huracán Irma pasó sobre la isla de Barbuda, destruyendo el 90% de su infraestructura.
A raíz de los huracanes del 2017, el Banco Mundial ha insistido en buscar formas de reducir la posible devastación de futuras tormentas
En 2017, cuando el huracán Irma, el huracán más fuerte del Atlántico registrado hasta la fecha, azotó la isla de Barbuda con vientos de 185 mph durante 37 horas, no dejó mucho en pie. Era una tormenta tan fuerte que la registraron los sismómetros destinados a medir terremotos, y arrastró mareas de tormentas de 20 pies tierra adentro.
La isla era el hogar de aproximadamente 1.800 personas, pero el 90% de sus estructuras habían desaparecido cuando Irma siguió rumbo a Puerto Rico. El Primer Ministro Gaston Browne describió a la isla como:
[C]ompletamente demolida. […] nunca antes había visto una destrucción semejante en una relación per cápita como la que vi cuando estaba en Barbuda esta tarde. […] Barbuda ahora es literalmente escombros.
Después de que pasara la tormenta, el huracán José seguía amenazando, por lo que se dio una orden de evacuación y los refugiados fueron evacuados a Antigua, la isla hermana de Barbuda, prácticamente indemne. La isla de Barbuda, que había estado habitada durante 300 años, pasó a tener una población de cero habitantes en forma instantánea.
Isla Devastada
Unos meses más tarde, muy pocas personas habían regresado, pero estos primeros repatriados parecían estar superados en número por los perros, gatos, cabras y caballos que ahora vagaban por la isla libremente. La isla aún estaba sufriendo daños equivalentes a 250 millones de dólares, y algunos se preguntaron si los habitantes volverían. Después de adaptarse a la vida en Antigua, con sus hijos en la escuela allí, a muchos ciudadanos de Barbuda les resultó difícil hacer el viaje de regreso a casa ante la incertidumbre que les esperaba.
Pero se instó a todos a regresar para ayudar a reconstruir, a pesar de que la reubicación sería difícil por un tiempo, y un grupo de residentes comenzó a regresar. Dos meses después de Irma, abrieron una panadería, un supermercado y un restaurante que funcionaban con generadores. El Primer Ministro, Gaston Browne, expresó su deseo de reconstruir hogares para lograr la capacidad de recuperación, y la Autoridad de Turismo de Antigua y Barbuda está insistiendo en el estricto cumplimiento de los códigos de construcción.
Reconstrucción para la Resiliencia
El Banco Mundial destacó la resiliencia al cambio climático en la reconstrucción del Caribe para disminuir la posible devastación de futuras tormentas. La Asociación de Desalinización del Caribe, ha participado activamente en los esfuerzos de rescate de Dominica, y además ha desarrollado una nueva tecnología de agua que ofrece la tan buscada resistencia.
El agua potable y las playas vírgenes son una necesidad para el turismo en el Caribe, donde muchas islas sufren escasez de agua dulce y contaminación. Una forma de construir la resiliencia del agua es a través de una estrategia de descentralización que distribuye el riesgo mediante el uso de pequeñas plantas de desalinización, como por ejemplo NIROBOX™ de Fluence, al punto de usarlas en lugar de una planta central grande que podría cortar el sistema por completo en caso de estar incapacitado.
De hecho, Fluence ha contratado recientemente a Rav Bahamas Limited para reemplazar su antigua planta de desalinización en Resorts World en North Bimini con un sistema Paquetizado Inteligente basado en tres unidades Nirobox SW que suministrará 800.000 GPD de agua dulce al complejo turístico.
Progreso en Barbuda
Las playas de Barbuda están limpias ahora, por lo que los operadores de excursiones han vuelto a ofrecer excursiones de un día, y el viejo ferry a Antigua ha sido reemplazado por un nuevo ferry con capacidad para 370 pasajeros, con aire acondicionado, tres niveles, una terraza e instalaciones modernas.
Se está construyendo un gran aeropuerto comercial en un acuerdo asociado con la propuesta de US$ 250 millones del resort Paradise Found financiado por Robert Di Niro y James Packer. Se han reparado más de 400 tejados con una subvención de US$ 2 millones de China. El servicio eléctrico y de agua se han restaurado en gran parte, y el aeropuerto y los puertos ya están operativos.
La nación de Antigua y Barbuda también ha firmado un acuerdo de US$5,8 millones con la Unión Europea (EU) para la reconstrucción resistente al clima de 150 hogares, asociándose con autoridades e instituciones tales como la Oficina Nacional para los Servicios del Desastre (NODS, por sus siglas en inglés).
Este año, se volvió a abrir una nueva escuela en Barbuda y se ha empezado a trabajar para abrir otra. Además, los pescadores de langostas están sacando sus barcos al mar otra vez.
Finalmente, como un símbolo del regreso de la vida a la isla, los rabihorcados de color gris oscuro que casi habían desaparecido después de que Irma regresó con fuerza, se posaron en los manglares del Santuario de Aves Rabihorcados Cadrington Lagoon e inflaron sus brillantes pechos rojos para atraer parejas. Joanne C. Hillhouse, un escritor de Barbuda, escribió recientemente en el Huffington Post sobre el ánimo que sintió al ver el regreso de los rabihorcados:
Tal vez la isla no vuelva a ser exactamente como era, pero espero que para cualquiera nacido en Barbuda que haya regresado o quiera regresar, vuelva a ser su hogar una vez más.